Tal día como hoy, 20 de abril, de hace 25 años, comenzó un sueño de 6 meses en los que Sevilla le dio la bienvenida a la modernidad y se abrió al mundo. Sevilla se convirtió a partir de esta fecha en capital universal, todos los ojos dirigieron su mirada a una ciudad que acogería lo mejor de los 127 países participantes en la muestra universal que conmemoraba el V centenario del descubrimiento de América.
Para quién les escribe, fueron 6 meses de ensueño, con 18 años recién cumplidos, entrar en aquél recinto suponía el descubrimiento de una gigantesca manifestación cultural, se abría ante mí la posibilidad de viajar por el mundo sin moverme de Sevilla, era el descubrimiento de un universo tecnológico como nunca antes había conocido ni disfrutado.
El 21 de abril fue el primer día que accedí al recinto tras recoger mi pase de temporada en Puerta Triana. Recuerdo como presioné a mi madre meses antes para sacármelo ante el miedo de que las expectativas en cuanto a número de visitantes se desbordaran dieran al traste con el privilegio que suponía ir a la Expo todos...o casi todos los días, sin estar pendiente de límites de horario u otras restricciones. ¡Qué razón tuve!, poco tiempo después el comisario Jacinto Pellón decidió unilateralmente suspender la venta de pases de temporada, lo cual fue denunciado por el diario ABC cada día.
¿Qué decir de todo lo que vi? cada pabellón que visitaba me gustaba y sorprendía tanto o más como los siguientes. Disfruté jornadas maratonianas en los que visitaba una media de 8-10 pabellones, sentía que soñaba despierto con cada exposición, espectáculo, audiovisual, sellando mi pasaporte en cada pabellón, embriagarme con el exotismo y el colorido de los días nacionales....recuerdo hasta haberme preparado el examen de Historia del Arte de COU y Selectividad en las pantallas táctiles del Pabellón de Italia. El verano del 92, los últimos días del curso me sirvieron de relax entre examen y examen, y a pesar de lo mal que me fue en la segunda evaluación, acabé aprobando el curso y la selectividad, fue sin duda una de las etapas más felices de mi vida, era un sueño del que no quería despertar, era una historia de amor correspondida entre la Expo y yo,y creo sinceramente que nunca volveré a vivir algo parecido. A veces imagino como hubiera sido la Expo, con las redes sociales en el candelero y los nuevos descubrimientos tecnológicos. La Expo 92 acabó con aquella ciudad separada por el muro de Torneo, superando aquél complejo que apuntaba que no se llegaría a tiempo, afrontando obstáculos como aquél desgraciado incendio que destruyó el Pabellón de los Descubrimientos dos meses antes de la inauguración. Sevilla demostró al mundo que si se podía, se pudo y obtuvo un éxito sin precedentes en la historia de las exposiciones universales. La Expo nos mostró el sello de identidad de la multiculturalidad y la globalización, término que aún no teníamos asimilado. Lo mejor del mundo se dio cita en Sevilla entre el 20 de abril y el 12 de octubre, de lo cual me siento enormemente orgulloso, todo un regalo para un chaval de 18 años recien cumplidos que abrió sus ojos a un universo de conocimiento. Es el momento del recuerdo y la nostalgia. ¡¡Feliz aniversario a todos los que tuvieron el privilegio de vivirla!!
Ángel Trianero
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